En el marco del Proyecto Desarrollo de Capacidades para el Fomento de la Emprendeduría y la Dinamización Social e Igualitaria en la Zona Media y como una acción de sensibilización para el desarrollo de habilidades y aptitudes para el empoderamiento, el liderazgo y la innovación, se elabora este artículo sobre mujeres emprendedoras de la Zona Media en sectores en los que todavía se encuentran subrepresentadas, y que hemos titulado “Emprendedoras de la Zona Media atravesando muros de cristal”.

Se denominan muros de cristal o segregación horizontal los mecanismos que hacen que hombres y mujeres sigan dedicados a ocupaciones propias de los roles tradicionalmente atribuidos a su género. La existencia de muros de cristal en el emprendizaje femenino es innegable, y no lo es menos en el medio rural. Sin embargo, existe una nueva cultura emprendedora basada en un estilo de emprendizaje femenino, que seguramente llegue a ser, si no lo es ya, uno de los pilares de la sostenibilidad del medio rural.

En este sentido, se están abriendo paso las pequeñas empresas o las microempresas, fundamentalmente enmarcadas en el sector servicios, gestionadas o dirigidas por mujeres principalmente jóvenes, con una sólida preparación, que apuestan por “su pueblo” y por el medio rural. Además, este empuje se ve reforzado por la presencia de iniciativas y experiencias emprendedoras puestas en marcha por mujeres en sectores tradicionalmente considerados masculinos, de manera que podemos atisbar muestras de fisuras y agujeros en los referidos muros de cristal. Obviamente, esos muros de cristal tienen que ver no sólo con las desiguales oportunidades económicas, sino también con los estereotipos de género que asocian la actividad empresarial a las funciones asignadas a cada uno de los géneros.

 Encontramos, sin embargo, numerosos ejemplos de emprendizajes femeninos en actividades típicamente masculinas. Son la primera muesca en un muro de cristal que señala con el dedo a hombres y mujeres, en una sociedad que también empieza a asumir la existencia de esas fisuras como algo normal, incluso deseable.

Son por tanto destacables estos emprendizajes femeninos que, con su ejemplo, van generando fisuras en ambas caras de los muros de cristal, accediendo a ocupaciones tradicionalmente masculinizadas y por generar nuevos modelos de reparto de tareas que rompen lentamente los estereotipos tradicionales.

Contamos con el testimonio de algunas emprendedoras de la Zona Media en actividades típicamente masculinas que nos responden a cuestiones relacionadas con su apuesta profesional.

  1. MONIKA CARCAR (INGENIERA DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS)
  2. CAROLINA ÁBREGO (ARQUITECTA TÉCNICA)
  3. Mª JOSÉ LIZASOAIN (VETERINARIA)
  4. ELENA ALBERT (ARQUITECTA)
  • ¿Por qué decidisteis realizar estudios en esa materia?

 Una de estas emprendedoras comenta que ya desde el colegio sabía que quería realizar estudios técnicos, otra comenta que por haber nacido en una familia dedicada a la construcción desde pequeña se sintió atraída por el mundo de la edificación y la obra civil.

  •  Como alumnas, ¿percibisteis alguna diferencia de trato respecto a vuestros compañeros varones?

 Nos comenta una de nuestras emprendedoras que tuvo la suerte de empezar la carrera en un año en el que el número de mujeres se multiplicó por tres respecto a años anteriores, aunque aun así, cree que no llegaban a la tercera parte del alumnado. Por su parte, ella no sintió diferencia de trato con sus compañeros varones mientras fue alumna, aunque compañeras suyas no tienen la misma opinión.

Otra nos comenta que no puede decir que se sintiera diferente, los profesores trataban a todos por igual, aunque sí llegó a percibir un  trato diferente de sus compañeros por ser mujer.

  • ¿Qué os impulsó a estableceros profesionalmente por vuestra cuenta?

 Manifiestan que por ser autónomas se sienten más independientes, personal y profesionalmente. Una de las emprendedoras comenta que el trabajo es más libre como autónoma, te organizas tú misma, tú te pones tus límites,  no tienes que dar explicaciones de todos los movimientos. El inconveniente más grande y complicado viene desde el punto de vista económico, porque el sueldo no está asegurado, siempre estás con la incertidumbre de si este mes vas a tener ingresos o sólo gastos, aunque también es cierto que, en los tiempos que corren,  esta situación también se da en un puesto de trabajo por cuenta ajena.

Otra de las promotoras comenta que en su caso vino dado por las circunstancias, ya que tras años trabajando en la administración sin plaza fija y con hijas a su cargo, valoró su experiencia y conocimiento y se decidió a  establecerse por su cuenta.

  •  ¿Habéis encontrado obstáculos en el desarrollo de vuestro trabajo por el hecho de ser mujeres? ¿Cuáles?

 Nos comenta una de las emprendedoras que una vez en el mundo laboral las cosas fueron diferentes y que desde el Colegio Profesional, donde la mayoría de colegiados han sido históricamente hombres, se producen diferencias en el trato. Nos comenta que en el trabajo comenzó a sentir que por ser mujer y además joven, tenía que enfrentarse continuamente a tener que demostrar su conocimiento más que sus compañeros varones que, por el hecho de serlo, tenían a priori mayor credibilidad. En cualquier caso, considera que poco a poco también esto va cambiando, porque cada vez hay más mujeres desempeñando este tipo de trabajos en diferentes ámbitos.

Otra emprendedora nos comenta que durante el embarazo, o por el hecho de estar embarazada, tuvo alguna dificultad, para cerrar un par de trabajos que planeaba realizar al año siguiente.

A diferencia de las anteriores, otra de nuestras promotoras comenta que no ha encontrado ningún obstáculo, quizá por el hecho de que el sector industrial en el que ella desarrolla su profesión es el agroalimentario, en el que la presencia de mujeres es mayor que en otras industrias.

  • ¿Consideráis que avanzamos hacia una sociedad más igualitaria en el ámbito empresarial y profesional? ¿Percibís algún cambio?

 Nos comenta una de las emprendedoras que considera que el cambio es inevitable y que poco a poco vamos avanzando hacia la igualdad, pero observa al mismo tiempo que el esfuerzo y la energía que estamos poniendo las mujeres para alcanzarla sigue siendo muy grande, casi excesivo. Si a esto le sumamos la actual situación de crisis, la tendencia es que tanto mujeres como hombres nos vemos arrastrados hacia situaciones de competitividad exagerada, que se aleja de lo que sería una sociedad igualitaria en el sentido más amplio de la palabra.

Otra de las mujeres nos dice que antes no se veían mujeres en el mundo de la construcción, sin embargo ahora es muy normal encontrar a una mujer en obra, pero en puestos técnicos, no es habitual ver a una mujer trabajando como operaria.

Afirma otra de las mujeres que avanzamos hacia una sociedad con una representación más igualitaria en el ámbito empresarial y profesional, sin duda.

Considera otra de las emprendedoras que se ha avanzado mucho, aunque queda mucho camino por recorrer, no porque no haya mujeres capaces de trabajar en muchos ámbitos hasta ahora no habituales, sino, en ocasiones, por falta de apoyo para poder conciliar vida laboral y familiar o reticencias de algunas empresas en la contratación por el coste de bajas por maternidad o embarazos, todavía hay mucho de esto. También considera que a veces las limitaciones las ponemos nosotras mismas por creer que no somos capaces de avanzar o adaptar aspectos de nuestro trabajo ante cambios que vemos necesarios para poder seguir.

Proyecto “Desarrollo de Capacidades para el Fomento de la Emprendeduría y la Dinamización Social e Igualitaria en la Zona Media”. Esta acción se enmarca en el Programa de Desarrollo Rural de la Comunidad Foral de Navarra 2007-2013, en el Eje 4 (Leader) y viene financiado por Feader y el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local de Gobierno de Navarra.

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